Jueves 3 Septiembre 2015
Este día lluvioso, me dirigía a una de mis pizzerías favoritas ¨Pizzalogia¨, con tal mala suerte que se encontraba cerrada, y eran ya las 15:45 de la tarde... Miré al frente y avisté un restaurante de barrio, con varios abuelos en la puerta tomando cognac...
Como el horario y el tiempo no acompañaban me dispuse a entrar, y pregunté si todavía llegaba a tiempo de comer, a lo que la responsable echó un ojo a la cocina y después muy amablemente aunque un poco de correprisas me llevó a una mesa; no le daré importancia ya que las horas que eran no era para menos.
- De primero elijo pisto de verduras con huevo, para ésto soy bastante crítica ya que mi marido hace un pisto de rechupete, y no me gusta nada que no esté bueno fuera de casa.
Aunque el color no es de lo más apetitoso, le doy mi aprobado!
Las verduras no son congeladas, aunque las cortaría en trozos más pequeños, pero eso ya es una cuestión de gustos. Y el huevo frito es IDEAL, con su puntillita alrededor y la yema blanda para mojar pan.
De repente la responsable se pone a dar gritos como una loca a los abuelos de la entrada, y los echa a la calle, y les dice de todo. Los que estamos en el comedor no damos crédito.
Vuelve al comedor y nos comenta a todos que es que los abuelos dan mucho el follón y que si no no nos dejarían comer tranquilos...
Sin comentarios.
-De segundo elijo un entrecot con patatas y pimientos.
Bueno aunque he probado mejores, sin duda en un menú de 10€ no había comido un entrecot tan bueno.
Encima me han puesto mis pimientos favoritos!! fritos y salados! mmm... no el típico pimiento rojo de lata.
- Y de postre una rodaja de melón, sin mayor repercusión.
Ha sido toda una sorpresa que este bar tan poco atractivo por fuera, tuviese un grato menú a un precio por debajo de la media en comparación con la calidad.
Y además la coca cola era de tamaño grande!! Fantástico!
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